No pensé que escribiría esto pero aquí voy. Cuando vino la pequeña gigante la primera vez, recuerdo que no le dí mucha importancia incluso encontré bastante absurdo que personas se aglomeraran y siguieran a una muñeca de Madera por toda la cuidad cuadra tras cuadra. Esta vez, fue diferente será por que ando noña con esto de la maternidad ? que encuentro lindo y tierno todo lo que es infantil umh?, bueno la cosa es que decidí ir. Fui a buscar a Joaquín a su Jardín con un calor de aquellos, conforme pasaban las cuadras y me acercaba al sitio donde estaría la Muñequita, vi un tumulto de gente, peor que 18!- todo fervientes con la muñeca-. titubié si realmente pasaría por el trance del calor, vendedores ambulantes, gente gente y mas gente, finalmente en cuestión de minutos ambos (Joaquín y yo) embetunados de bloqueador, lentes y con coche en mano fuimos en su búsqueda. Yo claro haciendo me la indiferente, “no realmente vengo por él” " de pura curiosidad..." ( Joaquín en su mundo a sus 9 meses, difícilmente recordará a la Muñeca, error con mi argumento) la cosa que es, derrepente la vi, y como cabra chica, quedé atontada y maravillada con la escena. En el entretanto, me encontré con un sin numero mamás con sus bebés, y familias, con niños extasiados con la gigante, unos lloraban otros gritaban mientras el tumulto se acercaba a ella. Sin duda mi hijo no vio nada, y si bien me daba un poquito lo mismo esa obsesión de la gente por ver a una muñeca articulada, puedo decirles que quedé asombrada, atontada cuando la vi, fue extraño, los hombrecitos de rojo hicieron cuanto malabar pudieron para mover semejante cosa y la verdad la puesta en escena era bastante mágica incluso llamé a mi marido para contarle que la estaba viendo todo emocionada, él claro, no pescó mucho y debió pensar lo mismo que yo la primera vez que vino. Ciertamente, fue un caos ver a la Muchacha el bloqueador no funcionó del todo (quedé con un rico quemado camionero) y salí toda entierrada , pero con una agradable sensación. La nota alta fue como siempre la poca educación se hizo evidente con el desastre de basura que fue espantoso, sin embargo, volví extrañamente a sentir como en la infancia, recuerdo ese dia y me da risa, me debí ver chistosa con cara de asombro infantil- ese en el que brillan los ojos-. Ese día fui un poco mas crédula, y lo mejor es que sirvió para retomar mi blog. PD: impresentable la edición, no pude arreglarlo mi pc está rebelde.