aromas que matan..

El paradigma del olor antiguo es de una tia. de no sé donde... Después de que se bañaba, se echaba medio frasco de Jovan Musk y Colonia Coral Musk, de esa que venía en botella de vidrio y tapa café oscuro redonda, que siempre llevaba en su cartera. Olía rico mi tía. Sobre todo cuando su pololo la iba a buscar,vestido de jeans Cohache y camisa escocesa, una que otra vez con alguna flor. A esa hora en nuestra casa -mi tía vivía conmigo- olía a queque de naranjas y té con canela, exquisitez con la que ella esperaba a su novio para tomar once.Otro olor.El tío -pololo de mi tía- olía a Rodrigo Flaño o Agua Brava. Eso no lo sé con exactitud. Sin embargo su aroma a madera y pino, mezclados con el ramo de flores con que se engrupía a mi tía, era el aroma del amor perfecto.Sé con certeza que mi abuelo olía a Old Spice, el frasco blanco que parecía botella de leche con tapa de aluminio y botón de goma, que desde que él murió, sólo miro y no huelo por miedo a echarlo mucho de menos. Casi puedo indenfiticar los aromas y perfumes de hombre, los amaderados, de pino y otros, no existe algo ayude mas a la memoria que el sentir un buen aroma. Mi Abuela en cambio no usa ni usó nunca una colonia. Sólo huele y ha olido siempre, toda su vida, a Crema Lechuga piel extra seca.

Ella a mí me echaba solamente Simond’s Pink rosada, o lila que me gustaba con pajaritos que se miran de frente, a chorros.Cambié de perfume sólo cuando olí el delantal de una vecina..que me disgustaba que causo que destara la colina Simond´s . Su colonia Para mi Bebé cuya tapa era -y aún es- un cascabel que suena, era lo más rico que yo había percibido en mis olorosos diez años . Un día me regaló un frasco que hice durar un año. Gota a gota. De cumpleaños mío a cumpleaños mío. Sin sangre.La colonia inglesa 451 también la asocio a hospital. A examen. A viejita. A larga convalescencia de penosa enfermedad. Mi profesora de básica- usaba unas dos botellas de a litro al mes. Quizás tomaba un cortito en la noche, para sanar, quién sabe. El sweater de mi profesora olía igual a 451 y ese tenor inglés resaltaba aún más cuando tomaba té en una taza estampada con carrozas de caballos azules y verdes, que eran igual a los platos..¿Ahora? Olería de nuevo Jean le pans. Me regalaron un frasquito de vidrio tallado de esa marca unos amigas de mi Papá, la navidad en la que él se fue al cielo a oler café cargado con harta azúcar, que le gustaba tanto.¿Ahora? Envasaría el olor a cola de mono, a naranjitas bañadas en chocolate y a pan amasado con mantequilla... a manzanas fritas..?

Los Rodriguez - Sin Documentos

Digamos que todos tenemos una cancion que nos acompaña.. como buena Fans de Calamaro todas sus canciones me gustan.. especialmente ésta.., es de esas infaltables.. me encanta.. la escucho desde mi pre adolescencia..ultimamente la escucho mas de lo normal.. "Por que si..!! por que en esta vida.." Disfrutenla..

Fiona Apple :: Across The Universe

últimamente.. no he soñado nada... y eso es raro.... el dormir ya no es un deleite...como siempre ha sido para mi.. solo pienso.. y pienso.. todo sigue igual... , si no fuera por la Música.. esto seria un Caos.. Escribir es mi terapia, y solo puedo hacerlo cuando ya mis palabras rebotan, o suenan sin sentido.. aveces sucede. Pareciera que para escribir solo me bastara.. sentir angustia, o sensaciones limites..por alguna razón.. es así y eso me gusta... es mi manera..., es una fuerza.. donde esté.. a la hora que sea tengo que plasmarlo..., el lápiz ha sido testigo de mis profundas crisis y depresiones.., de lo alegre..y extremo, Sres permitanme.. dar un agradecimiento. Es increíble como algunas cosas, personas, hechos.. son inolvidables...Me cuesta olvidar.. ayer y hoy todo permanece inalterable, todo está en un mural gigante.. con Banda Sonora..incluida..asi es imposible que olvide..., no existe el Azar definitivamente..no existe. Hoy mas que nunca..no lo haré.. tal vez por eso no puedo soñar..,y si ese es el caso.. prefiero no hacerlo nunca más.. Buenas Noches.

Fragmentos... "Cien años de Soledad"

"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construida a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo". "José Arcadio Buendía, que era el hombre más emprendedor que se vería jamás en la aldea, había dispuesto de tal modo la posición de las casas, que desde todas podía llegarse al río y abastecerse de agua con igual esfuerzo, y trazó las calles con tan buen sentido que ninguna casa recibía más sol que otra a la hora del calor. En pocos años, Macondo fue una aldea más ordenada y laboriosa que cualquiera de las conocidas hasta entonces por sus trescientos habitantes. Era en verdad una aldea feliz, donde nadie era mayor de treinta años y donde nadie había muerto".

"Vio una mujer vestida de oro en el cogote de un elefante. Vio un dromedario triste. Vio un oso vestido de holandesa que marcaba el compás de la música con un cucharón y una cacerola. Vio a los payasos haciendo maromas en la cola del desfile, y le vio otra vez la cara a su soledad miserable cuando todo acabó de pasar, y no quedó sino el luminoso espacio en la calle, y el aire lleno de hormigas voladoras, y unos cuantos curiosos asomados al precipicio de la incertidumbre. Entonces fue el castaño, pensando en el circo, y mientras orinaba trató de seguir pensando en el circo, pero ya no encontró el recuerdo. Metió la cabeza entre los hombros, como un pollito, y se quedó inmóvil con la frente apoyada en el tronco del castaño".

"En aquél Macondo olvidado hasta por los pájaros, dónde el polvo y el calor se habían hecho tan tenaces que costaba trabajo respirar, recluidos por la soledad y el amor y por la soledad del amor en una casa dónde era casi imposible dormir por el estruendo de las hormigas coloradas, Aureliano y Amaranta Úrsula eran los únicos seres felices, y los más felices sobre la tierra."

Gabriel García Márquez celebrará en 2.007 el cuadragésimo aniversario de la publicación de su obra cumbre, "Cien años de soledad" (1967), y el cuarto de siglo desde la recepción del Premio Nobel de Literatura en 1982.

Estés es el libro que mas me gusta.